Se acabó el Camino de Hierro por ahora. Mi máximo reto deportivo al que pretendía enfrentarme el próximo mes de octubre no podrá ser por ahora.
Un cúmulo de circunstancias personales me ha hecho tener que optar por la retirada antes de llegar tarde, mal ó ni llegar. Así pues el Ironman Barcelona queda aparcado durante un tiempo. Me gustaría decir que volverá a estar en mi agenda en plazo y forma definido, pero lamentablemente hoy por hoy , no dispongo de ninguno de los factores necesarios para determinar con exactitud cuando podré presentar credenciales a un evento de tamaña magnitud y tremenda disponibilidad personal.
El triatlón exige en cualquiera de sus distancias unos medios y unos tiempos muy absorbentes dado que se compone de tres disciplinas complementárias pero totalmente diferentes en lo que a técnica se refiere. Por ello y sin descartar alguna pequeña aventura triatlética he decidido focalizarme en el running , lugar del que provengo, con la facilidad que brinda el tener que reducir a 1 solo deporte (a pesar de poder conjugar algún entrenamiento cruzado) la preparación.
Mi idea era cumplir con el Ironman, para después de esos 3 años centrados en el triatlón volver a mi esencia, los maratones. Dado que el período se ha acortado retomo mi aventura maratoniana.
Uno de los problemas de este "año mierder" están siendo mis lesiones y recaídas, apenas he podido entrenar con continuidad. En enero tuve que desestimar también el Marató de la Costa Daurada por no llegar a tiempo, en la Mitja del Maresme me acabé lesionado, y este ha sido el sino del 2016, lesión, recaída , recuperación y vuelta a comenzar.
Aún así, parece que la "maldición" está alejándose, almenos durante un tiempo por fin. Desde el mes de junio he podido correr un 5Kms en la Cursa de Rac1 de Girona para después ponerme a prueba en un par de 10 Kms en julio, primero en La Cursa e Pallejà y La Cursa de La Vila Olímpica.
El caso es que las molestias van remitiendo y las sensaciones mejorando. Lo más duro es aceptar que corres a tu hipotético ritmo de maratón un 10 Kms. Pero al final la alegría de poder volver a devorar kms y no sufrir muscularmente te da un buen empujón moral.
Me sentía como vacío o falto de rumbo al constatar que empezaba a tener continuidad y capacidad de mejora . Tras 3 meses parado, ganando kilos y perdiendo forma no iba a perdonar un objetivo, un reto alternativo en el que volcar mis energías deportivas personales, así que tras un análisis positivista decidí optar por tres opciones:
El Maratón de Donosti.
Una opción inmejorable para enfrentarse a los 42 kms, por circuito, ambiente y temperatura prevista a finales de noviembre en Guipúzcoa.
En contra, lo lejano del viaje y el coste de las estancias.
Los 50 kms en Pista de Corredors.cat
Un evento diferente, solidário y en Barcelona.
En contra que se realice en pista (rol Hámster) y que sea en diciembre, algo que no deja margen para recuperarse bien si quiero afrontar en marzo el Marató de Barcelona.
El Maratón de Valencia.
Uno de los mejores maratones de la península, un viaje no demasiado lejano, gran oferta hotelera. Lo corrí en 2012 y a pesar de que han cambiado el circuito se mantiene una gran participación ciudadana y animación.
Finalmente Valencia será la plaza donde reivindicaré mi retorno maratoniano. En mi séptimo maratón no buscaré marca, pues me hallo muy lejos de mi mejor estado de forma, pero si buscaré cruzar el arco de meta sobre la espectacular pasarela sobre el agua para vencer nuevamente a la distancia sagrada en el menor tiempo posible.
En los próximos días planificaré mi preparación específica, pero en este momento mis mejores previsiones arrojan una marca entorno a las 4 horas y 30 minutos en el mejor de los casos. Espero que las sesiones de entrenamiento me ayuden a limar algo ese tiempo.
Tampoco me preocupa en exceso, el verdadero objetivo vuelve a ser la victoria personal que supone superar una temporada en caída libre, demostrar que cuando caes el único camino es levantarse y que por duro que sea , si se quiere se puede.
Vuelta a la carga con los 42 !!!
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