jueves, 10 de agosto de 2017

EN BUSCA DE LA ZANCADA PERDIDA.

He esperado a enlazar 6 semanas consecutivas de entrenamientos regulares para escribir este post. Después de varios intentos fallidos de retornar a un estado físico decente a lo largo de más de un año y medio.

Ciertamente durante 2016 fui luchando por volver a un nivel competitivo digno dentro de mis limitaciones y a pesar de varios conatos apenas conseguí disputar un par de duatlones y carreras de 10 kms de forma intermitente. Cada vez que empezaba a "levantar cabeza" deportivamente hablando recaía en una lesión o cortaba mis entrenamientos por cuestiones de agenda llegando al lógico desenlace de no conseguir el simple objetivo de volver a correr y competir largas distancias.  

Y de ese punto muerto a la rendición fue sólo cuestión de tiempo. 2017 se convierte sin duda en el año menos fructífero por mi parte atléticamente hablando con una única carrera popular de 5 kms disputada.

Así pues de estar preparando un Ironman que no conseguí competir, he pasado en dos temporadas al cero más absoluto. Ironman contigo empezó todo... Creí sinceramente que podría con todo lo que gestiono en mi día a día (família, trabajo, presidir un club deportivo...) y además encajar entrenos... Pues claramente me pasé de frenada.

Afortunadamente mi estupidez suele ir aderezada de una fuerte presencia de motivación y tozudez. Me cuesta arrancar pero si consigo "calentarme" empiezo a mantener una consistencia al más puro estilo motor diesel. Lo que está claro es que me gusta "trabajar" para los demás pero que no puedo perder mis "espacios" o "momentos".

Algo complicado de un retorno así , a pesar de ser yo un atleta popular y encima de bajo perfil, es entender  y aceptar que llegar a los ritmos y distancias en los que te movías antes del parón no va a ser ni fácil ni rápido.

El primer entrenamiento en que me propuse rodar 5 kms, casi expulso todos los demonios, ya me entendéis, y eso a un ritmo de casi 7 minutos el km...

Una vez aceptado el penoso estado de forma acrecentado con la mochila de un sobrepeso incipiente, solo quedaba ir como canta el hit del verano "despacito". Estamos en la sociedad de "lo quiero para ayer", "es urgente", "es que lo necesito ya"...  Parece que si no obtenemos de forma ultrarápida cualquiera de nuestros deseos o caprichos  estamos perdiendo el tiempo. Si algo aprendes justamente del maratón es que debes tener paciencia y ser perseverante, trabajar para llegar a un objetivo, llamadle cultura del esfuerzo, sacrificio o como deseéis, pero es entonces cuando damos verdadero valor a un proyecto y además lo valoramos en su justa medida pues lo hemos sudado y vivido día a día.

Empecé a correr por salud, desterrar tabaco y sobrepeso y curiosamente he caido en viejas trampas, eso sí , de tabaco ni hablar, ni ganas, pero si perdí ese hilo de conexión y estabilidad físico-mental que te proporciona el deporte.

Estoy conjurado a no  enumerar este nuevo intento como uno más, pero es cierto que es mejor no rendirse y seguir intentándolo que dejarse llevar al "lado oscuro"...

Sin más pretensión que acumular volumen, recuperar estado de forma y no lesionarme, donde los ritmos no importan, he mantenido una progresión en kms en las últimas 6 semanas con 4 o 5 sesiones de entrenamiento semanales.
Evolucionando de los 20 kms de la primera a los 42 kms de la última. Finalizaré este período el domingo 27 de agosto y le he bautizado como período adaptativo , . digamos que preparo mi cuerpo para la vuelta al trabajo "duro".

A partir del lunes 28 inicio la preparación de una media maratón con el único objetivo de finalizarla. Tengo la intención de introducir algo de entrenamiento cruzado de bici pues si algo aprendí del triatlón es el enorme beneficio que supone alternar otras disciplinas que se complementan.

 Ante una agenda de fines de semana saturados de actividades me va a ser complicado encontrar el evento adecuado , así como las carreras previas de preparación de 10 kms que siempre conviene disputar para disponer de tests realistas de tu estado de forma y posibilidades de mejora o ritmos adecuados de preparación.

No obstante, una vez reiniciado este ciclo me he propuesto  no cejar en el empeño y encontrar esos espacios de libertad, competición y disfrute que me llevan "en busca de la zancada perdida ".

Sigamos pues buscándola...







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