lunes, 8 de abril de 2019

CALELLA DICE SÍ AL MARATÓN DE EMPÚRIES

Tan solo había transcurrido una semana de mi vuelta a una media maratón y ya estaba nuevamente  con un dorsal repitiendo distancia. El pasado domingo 7 de abril tocaba correr cerca de casa para certificar si a pesar de las semanas irregulares de entrenamiento, de ir algo corto de kms en los rodajes y de no estar en el peso más adecuado , la Mitja Marató Costa de Barcelona Maresme ,  más conocida como Mitja de Calella  , arrojaba una marca y sensaciones positivas que me permitieran lanzarme hacia el reto de volver a corto plazo a enfrentarme a un maratón.


Este osado plan lo he mantenido prácticamente oculto, sólo lo he confesado a los más allegados, pues el miedo a recaer en lesiones u obsesiones me pedía ser prudente. La primera idea era volver a finales de 2019 a la senda de los 42 kms , pero la evolución y las ganas fueron sumando enteros a un posible adelanto.
De hecho desde finales de diciembre en que volví a rodar , las sesiones de entrenamiento estaban programadas para un retorno paulatino a una mejora ostensible de mi  estado de forma pero con exigencias algo más notórias de lo necesario especialmente en las distancias de las tiradas largas del fin de semana.


Disputar una carrera por tu zona de entrenamiento habitual es una ventaja incontestable pero aún así la meteorología es incontrolable y en el recorrido de esta Mitja su ingerencia suele ser habitual en forma de viento especialmente. No obstante el circuito muy llano , facilita poder mantener un ritmo de carrera continuo y consistente.


A las 9:30 horas de la mañana se daba la salida a la prueba, unos 500 corredores emprendíamos la competición, cada cual con sus propios objetivos personales. El viento en contra castigaba el inicio de la carrera pero al estar fresco no me notaba exigido para mantener el ritmo de 6'-6'05''/km en el que rodaba. El objetivo era mejorar la marca de Banyoles de la semana anterior y a ser posible bajar de las 2 horas 10 minutos en la llegada a meta. Para ello la estrategia era intentar mantener un ritmo constante de entre 6'05'' y 6'10'' el km, con ello llegaría a meta o por debajo o muy cerca del crono deseado.


Naturalmente a ese ritmo me quedé ubicado nuevamente en la cola de la carrera viendo como el grueso de participantes se iba alejando poco a poco. No obstante refrenaba mis impulsos de aceleración sabedor que una velocidad excesiva en la parte inicial de la media maratón me condenaría a ir como un alma en pena en la final.


Bebí agua ya en el primer avituallamiento del km 5, a pesar de no hacer mucho calor en ese momento prefería ir hidratándome para no llevarme sorpresas desagradables. Las piernas respondían y seguía clavando el ritmo planificado por km, incluso con algunos segundos de cuello por si más adelante tenía que aligerar la marcha.


En el avituallamiento del km 10 tomo isotónico y sigo mi marcha, al poco tiempo entro en Malgrat de Mar donde la familia me anima sobrepasando ya el ecuador de la prueba. Una vez llegados a la zona rural damos la vuelta para encarar los últimos kilómetros rumbo nuevamente a Calella en donde se encuentra el arco de meta.
El sol se hace notar pero parece que el viento ya no está enojado, voy bastante solo aunque intento rodar con algún pequeño grupo pero acabo superándolo para no alejarme del crono final perseguido. Hacia el kilómetro 15 tomo un gel, voy perdiendo frescura y el cansancio empieza a aparecer, más que en las piernas es genérico, noto que voy perdiendo el colchón de segundos del que disponía, ahora marcho entre 6'10'' y 6'15" por km, toca mantenerse centrado porque acabar mejor que en Banyoles está casi conseguido pero quiero luchar hasta el final por la marca objetivo y para ello debo estar en los parciales.
Pasando por Santa Susanna me pego a una corredora que marcha a ritmo constante y consistente , es como si llevara liebre,  va como un reloj suizo a los ritmos que me interesan. Al poco estamos llegando al kilómetro 18 ubicado prácticamente a la altura de la estación de tren de Pineda de Mar, pasamos a un par de corredores que ya van en modo walking dead, justo pasar la estación me encuentro a mis padres que me animan, quedan sólo 3097 metros, lo tengo en la mano.
Sigo "acoplado" a mi liebre particular pero acercándonos al km 20 veo que está aflojando así que la paso y voy a por todas hasta el final, sin aspavientos , sin aceleraciones, manteniendo ritmo puedo lograrlo.
Abandono el paseo marítimo y enfilo las dos curvas que me encaran a la recta de meta , kilómetro 21, menos de 100 metros para llegar, diviso el arco de meta y la gente a los lados del tramo vallado anima , las piernas van solas , satisfacción total mientras cruzo la alfombra de cronometraje, tiempo final 2 horas 9 minutos 36 segundos, rebajo mi marca de la semana pasada en 4 minutos, acabando más entero, misión cumplida, test realizado, ya tengo respuesta.
Destacar de esta Mitja su circuito de largas rectas llanas, que lo convierte en idóneo para hacer marca personal, pero en el que debe tenerse en cuenta siempre el viento y el calor como mencioné anteriormente. La organización es atenta con el corredor, los servicios muy buenos , la bolsa del corredor y el precio adecuados. Así que totalmente recomendable.
En 15 días he conseguido retornar prácticamente a las sensaciones de las que disponía antes de las tres semanas fatídicas que casi me desmontaron la preparación , con esta marca es plausible realizar una maratón entorno a 4 horas 35 minutos, así que si soy prudente puedo finalizar perfectamente un maratón. La cuestión es si agarro el reto o si mejor espero a estar más preparado.
Con algunos kilos menos y alguna semana más de preparación la decisión estaría mucho más fundamentada, pero el tiempo "perdido", esta longeva etapa "en dique seco" me ha enseñado que debes tener coraje y hacer lo que deseas mientras puedas, sin arriesgar en exceso , con cabeza pero de forma valiente porque nunca sabes cuando tendrás que abandonar tus aficiones ó deseos  por las razones cualesquiera que sean.
Recuerdo la respuesta en un documental de un corredor ante la pregunta ¿Por qué corres?
Porque puedo...


Así que cargado de moral le tomo la palabra a Calella, Calella dijo sí al maratón, aunque el resultado hubiera sido algo menos favorable sinceramente creo que también hubiera sido una respuesta en positivo.
El reto no es correr a ritmo de keniata, es finalizar nuevamente un maratón , sufriendo lo justo y disfrutando al máximo, y si en el peor de los casos no lo consiguiera estar en la línea de salida ya será una victoria. Si este primer asalto no resulta, quedarán más por disputar.
El objetivo para este primer tramo del año tras ver que a Barcelona no llegaba de ninguna forma siempre han sido los 42 kms de Empúries. Una maratón nada multitudinaria donde seguramente me tocará correr prácticamente en solitario la mayoría del recorrido ¿ Pero acaso no es esa la esencia del maratón?
Para llegar de la mejor manera al domingo 5 de mayo retocaré las semanas restantes de preparación , acortaré el tiempo de tapering (recuperación) para disponer aún de dos semanas de tiradas largas que deberían estar entre 25-26 kms y 28-30 kms respectivamente y entonces sí rebajar volumen de entrenamiento la semana anterior al día D.
Así que vamos a por ello.























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