lunes, 1 de julio de 2019

CIMENTANDO LOS 42 KMS DE VALENCIA

Superado ya el episodio del Maratón d'Empúries, que por cierto carece aún de nueva fecha de celebración, las semanas a caballo entre mayo y junio han ido transcurriendo con pocas ganas y menos exigencia .Dejé que la "agenda social" marcara el ritmo dado que las celebraciones y obligaciones llegaban a su fin en esos días por lo que bajé el pistón y sin agobiarme pero sin dejar tampoco la actividad fueron transcurriendo las jornadas.

No obstante alguna "endorfina" enquistada en mi cerebro me recordó  hace unos días que debía iniciar mis 18 semanas de  entrenamientos específicos para la Maratón de Valencia el 29 de julio a más no tardar. En consecuencia , ¿Como no aprovechar el mes y medio hasta esa fecha para empezar a "cimentar" mi condición física actual y dejarla bien preparada para lo duro que se avecina?

Pues dicho y hecho, he preparado un plan de 6 semanas de trabajo de base pre-maratón donde combino bici y carrera a pie buscando más la continuidad y la chispa que los largos recorridos a ritmos lentos.

Este es el plan que estoy llevando a cabo y que inicié el 17 de junio.


Dado que las altas temperaturas han llegado para quedarse  realizo mis entrenamientos en las primeras o últimas horas del día, en el caso de entrenar en doble sesión , salgo a correr entre las 6-6,30 horas de la mañana cuando aún se pueden marcar ritmos "dignos" sin peligro ha fundirse por el calor  mientras que la sesión de bici que efectuo sobre rodillo la dejo para no antes de las 20 horas.

Ambos deportes se complementan , me permiten seguir trabajando aerobicamente sin castigar siempre los mismos músculos. Si fuera posible me gustaría incorporar también la natación pero en ahora mismo no dispongo de esa opción.

La respuesta hasta el momento es positiva y ciertamente me encuentro cada vez más fuerte, así que espero que esta base previa me facilite la incorporación de volúmenes más exigentes que llegarán en la fase específica.

Para el Maratón de Empúries el objetivo era acabar sin buscar un crono de referencia más que el del tiempo de corte, mientras que para Valencia  si consigo mantener un nivel de entrenos adecuado seguro podré marcar además un tiempo objetivo (naturalmente exigente pero realista).

La mala noticia cuando afrontas la disputa de un maratón de otoño es que los meses de preparación transcurren en verano, con temperaturas duras para rodar y aún más para relizar entrenamientos de calidad/velocidad. A esto debe añadirse la "anarquía" que genera la época vacacional.

Sin embargo, la positivo es que si consigues cumplir con tu preparación, te plantas en el maratón cuando las temperaturas han descendido en las semanas anteriores notablemente por lo que tu cuerpo ganará velocidad y consistencia en ese escenario.

Un ejemplo fue en 2013 mi participación en el maratón de Berlín. Pasé un verano de entrenos "infernales", con especialmente tiradas largas que por muy temprano que iniciara acababa con el mercurio disparado , pero conseguí superarlo y en la capital alemana la temperatura se movió entre 11 y 15 grados con lo que me sentí comodísimo y marqué mi mejor marca en los 42k.




Me había planteado correr alguna carrera de 5 ó 10 kilómetros entre junio y julio pero he decidido finalmente no ponerme un dorsal hasta septiembre. Uno de los objetivos "añadidos" al maratón que me gustaría superar este año, es conseguir un Sub 28 minutos en 5 Kilómetros y un Sub 55 minutos en 10 Kilómetros.

Son marcas alejadísimas de las de mis "mejores épocas" pero después de tanto tiempo reforzarían esa evolución y recuperación que espero se aproxime al máximo a ellas.

De momento a seguir con la preparación de base para abordar las 18 semanas de camino a Valencia con los mejores cimientos posibles.











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